Las memorias de Boris Johnson, ex primer ministro británico. Secretos no develados de la familia real británica
En su reciente biografía Unleashed que salió recientemente en octubre, el ex premier británico revela secretos de la realeza tales como la salud de la reina Isabel II y su intento de negociación con un decidido príncipe Harry de alejarse de sus obligaciones reales y dejar la familia real de Gran Bretaña.
El ex primer ministro británico y periodista, Boris Johnson lanzó sus tan esperadas memorias,en este revela algunos de los secretos más guardados del Estado británico sobre la salud de la reina Isabel II y sus conversaciones con ella durante sus audiencias semanales. Además, el político da detalles de su conversación con el príncipe Harry y su «intento» por convencerlo de no dejar la familia real.
En primer lugar, entre las 784 páginas de su libro, Johnson confirma que la soberana británica padecía cáncer de huesos, una enfermedad que finalmente la llevó a su fallecimiento en el Castillo de Balmoral, Escocia, el 8 de septiembre de 2022, a los 96 años, tras siete décadas en el trono. Aunque el certificado de defunción oficial indicó que la causa de la muerte fue «vejez», Johnson detalla que la monarca había sido diagnosticada un año antes y que sus médicos temían un rápido deterioro de su salud. El relato de Boris Johnson es el primer testimonio público de un exfuncionario sobre la causa de la muerte de la reina, un tema que la Casa Real siempre mantuvo en estricta confidencialidad. A lo largo de los años, se había especulado mucho sobre su estado de salud, ya que Isabel II había reducido sus apariciones públicas, pero nunca se confirmó públicamente la enfermedad que sufría.
Sobre sus conversaciones con la reina Isabel II
En sus memorias, Boris Johnson describe sus últimas reuniones con la reina, incluyendo su audiencia de despedida en Balmoral, sólo dos días antes de su fallecimiento, cuando le presentó su renuncia como primer ministro. Johnson recuerda haber sido recibido por el secretario privado de la reina, quien le advirtió que su estado había empeorado notablemente. Según el ex primer ministro, la reina se veía «pálida y más encorvada», con signos visibles de tratamientos médicos en sus manos. «La reina Isabel II parecía pálida y más encorvada, y tenía moretones oscuros en las manos y las muñecas, probablemente de vías o inyecciones», escribe Johnson, quien aclara que, aunque su deterioro físico era evidente, su mente seguía lúcida. «Pero su mente, como Edward Young había dicho también, estaba completamente intacta por su enfermedad y, de vez en cuando, en nuestra conversación todavía mostraba esa gran sonrisa blanca con su repentina belleza que levantaba el ánimo», continúa el ex primer ministro. Johnson también reflexiona sobre las audiencias semanales que mantuvo con la reina durante su mandato, describiéndolas como un «privilegio» y un «bálsamo». A lo largo de su reinado, Isabel II nunca compartió detalles sobre su salud, manteniendo una estricta política de privacidad. Sin embargo, los escritos de Johnson confirman lo que hasta ahora era sólo un rumor.
Boris Johnson también asegura que la reina sabía que su final estaba cerca, pero permaneció determinada a cumplir con sus deberes hasta el último momento. «Como Edward Young me explicó más tarde, ella lo sabía todo (sobre su enfermedad) en el verano, que se iba a morir, pero estaba decidida a aguantar y cumplir con su último deber: supervisar la transición pacífica y ordenada de un gobierno al siguiente, y esperó para añadir otro primer ministro saliente a su récord», revela Johnson.
Intento fallido con el príncipe Harry
Según el relato de Boris Johnson, durante la cumbre de inversión entre el Reino Unido y África celebrada en Londres el 2020, el ex primer ministro británico intentó disuadir al príncipe Harry de abandonar el país. Johnson describe ese intento como un «negocio ridículo» y cuenta que fue «una especie de charla de ánimo, principalmente, completamente inútil». El encuentro entre ambos duró apenas 20 minutos y, según fuentes cercanas a Johnson, Harry no estaba dispuesto a cambiar de opinión. Una conversación que revela después de cuatro años. Cuenta que al príncipe Harry le pidió que se quedase en el Reino Unido, concretamente el 8 de enero de 2020, fecha en la que la actriz Meghan Markle y la figura de la monarquía británica decidieron alejarse de sus deberes reales para volverse «financieramente independientes».
El ex primer ministro británico revela que tuvo una «charla motivacional masculina» con el príncipe Harry para que siguiera dentro de la Familia Real y no abandonara Reino Unido. Lo califica de intento desesperado por detener el Megxit, conversación que hasta ahora tampoconunca había hablado sobre ello. El ex primer ministro Boris Johnson revela que intentóconvencerlo del error que suponía dejar el Reino Unido y comenzar una nueva vida en Estados Unidos junto a su esposa Meghan Markle. Sin llegar a mencionar nombres, Johnson asegura que funcionarios del Palacio de Buckingham y de Downing Street pensaron que si había alguien capaz de disuadir al hijo pequeño de Diana, ese era el controvertido político tory. “Fue un asunto ridículo… cuando me hicieron intentar persuadir a Harry para que se quedara. Una charla totalmente inútil”, reconoce Johnson. La reunión se produjo sólo unas horas después de un discurso de Harry, en el que el príncipe aseguraba sentir una “gran tristeza” por dejar el Reino Unido, pero que sentía que “no tenía otra opción”. «Boris logróconcretar el Brexit, pero ni siquiera él pudo detener el Megxit«, son palabras de un amigo del político, que prefiere mantener en el anonimato, y que ha recogido en Unleashed. Días después Harry voló a Canadá donde lo esperaba Meghan con su hijo Archie. La pareja que finalmente se estableció en California, donde aún continúan, nunca se ha pronunciado al respecto.
Se espera que el libro genere un gran impacto tanto en el Reino Unido como a nivel internacional, ya que revela información hasta ahora desconocida sobre dos de las figuras más emblemáticas de la historia moderna. El Palacio de Buckingham ha mantenido su política de no comentar sobre libros que involucren a la familia real, y no ha emitido ninguna declaración en relación con las afirmaciones de Johnson.