Robert Adam. El diseñador tras el estilo de Los Bridgerton
La popular serie de Netflix ha encantado a una audiencia que tiene interés por el pasado y la atracción de lo decorativo. Tras la serie Los Bridgerton se estima que la decoración ambiental con antigüedades al estilo ha vuelto a tener un importante atractivo.
En un capítulo de la primera temporada de Los Bridgerton, Colin Bridgerton, uno de los hijos de la familia de aristócratas que protagoniza la serie, anuncia que va a emprender el Grand Tour, un viaje al mundo clásico a través de Grecia e Italia con el que muchos jóvenes ricos de esa época (la trama arranca en 1813) solían completar su educación. Aunque la cámara no losigue en su viaje, el Grand Tour está muy presente en la serie, ambientada en un tiempo que no habría tenido la misma pinta de no haber realizado ese viaje muchos arquitectos y artistas británicos. Uno de los más notables fue Robert Adam, creador de varios palacios en los que está grabada Los Bridgerton, quien en 1754 cruzó el Canal de la Mancha en busca de un nuevo tipo de diseño inspirado en el de los edificios clásicos.
Para ello este arquitecto escocés estudió durante dos años sitios arqueológicos de Roma comolas Termas de Carallaca. El clímax de su viaje lo marcó su excursión al palacio de Diocleciano en Croacia, cuyas ruinas tuvieron una influencia decisiva en el estilo que iba a hacer mundialmente famoso. Su regreso a Inglaterra es uno de los momentos fundamentales del neoclasicismo. Asentado en Londres, Robert Adam transformó el estilo clásico que los seguidores de Palladio habían extendido en su país en uno de aire más elegante y ligero, en el que los elementos arquitectónicos y ornamentales de la Antigua Roma se combinaban y mezclaban con otros con una libertad que cuesta imaginar a sus colegas palladianos. Los colores pastel de los que le gustaba pintar las habitaciones, y los elaboradísimos trabajos de escayola con ornamentos clásicos con las que las llenaba, son otras señas de identidad de un estilo decorativo que influyó enormemente en otros de los grandes diseñadores de la era georgiana: Thomas Chippendale, el más importante de los ebanistas ingleses, o JosiahWedgwood, quien creó sus famosas porcelanas azul pálido para que combinaran con los interiores pastel de Adam.
La serie de Netflix
En Los Bridgerton estos elementos aparecen en decorados como el de la casa de los Featherington, cuya escalera está pintada en tonos pastel de amarillo y verde y decorada con palmetas y guirnaldas romanas de escayola; o en el de los decorados de los Bridgerton, de un azul ceniciento similar al de Wedgwood. En cuanto a los edificios auténticos de Adam que aparecen en la serie de Neflix destaca Osterley Park, en cuyo magnifico pórtico se celebra el baile de la luna llena de la nueva temporada. Situado en Londres, el palacio contiene algunos de los mejores interiores del escocés, como el hall o la sala etrusca, decorada con unos dibujos parecidos a los que pueden verse en los nuevos aposentos de Anthony y Kate Bridgerton en la serie. “Robert Adam era arquitecto, pero además de los edificios en sí se encargaba de diseñar todo lo demás”, explica el interiorista español, Lorenzo Castillo. “Tenía una visión global de la arquitectura que abarcaba la decoración: los diseños de los techos de escayola los reproducía en las de las alfombras para crear la ilusión de que se reflejaban en el suelo, y cuidaba cada detalle tanto de los muebles como de la plata o las porcelanas”.
La serie de Netflix transcurre dos décadas después de la muerte de Robert Adam, durante los años de regencia del príncipe de Gales, luego Jorge IV. De la época, residencia londinense se convirtió así en uno de los mayores exponentes del estilo Regency, el tipo de neoclasicismo inglés (equivalente al estilo Imperio en Francia) que estaba en su apogeo en la época de Los Bridgerton. La residencia contenía su impresionante colección de antigüedades en habitaciones temáticas como la egipcia, la joya de la residencia, decorada con muebles ebonizados con anilinas y adornados con figuras de esfinges y cabezas de faraones dorados como algunos de los que tiene la familia Featherington en la serie.
“En la época de los Bridgerton el neoclasicismo de Robert Adam se desbordó con la introducción de motivos decorativos de otros países extranjeros”, explica Lorenzo Castillo. También hubo un revival de su estilo, recuperado en la época eduardiana para decorar lugares elegantes como el hotel Savoy de Londres o algunas de las habitaciones del Titanic. Y fue la subasta de su colección en 1917 lo que hizo que resurgiera el interés por sus muebles, que influyeron en muchos diseñadores de los años veinte y treinta y atrajeron a coleccionistas. Ahora en Los Bridgerton ha fascinado a una audiencia que también tiene interés por el pasado, y bastante atracción por los decorados de la serie de Netflix.