Kristine Tompkins. La mayor donadora de tierras privadas de la historia

 

La conservacionista ambiental estadounidense habló con la prensa norteamericana sobre el documental Wild Life, que se transmite a través de la plataforma Disney+, muestra su vida y la de su marido Douglas Tompkins y sobre sus nuevos proyectos.  Mientras afirma. Puedo decir que nadie de quienes conocimos en los últimos 30 años nos ha dicho que estuviéramos equivocados”.

 

Kristine McDivit Tompkins, 73 años, está de vuelta en su país. Después de 28 años de viviren la Patagonia y viajando constantemente entre Chile y Argentina, desde 2020 la conservacionista decidió instalarse en Estados Unidos y vivir en su casa en Santa Bárbara,CA. en el mismo pueblo donde nació y desde donde surgió la marca de ropa de montaña, Patagonia, de la cual fue su primera CEO.

Ya han pasado tres años del fallecimiento de Douglas Tompkins, y aunque ha regresado en varias oportunidades al extremo sur del mundo, por ahora está cómoda viviendo cerca de sus amigos de infancia, al lado de sus tres hermanos, todos mayores que ella, y con sus perros labradores ingleses, a los que saca a pasear todos los días a las 5,00 am para luego hacerpilates y después trabajar en el computador. Desde ahí monitorea la marcha de los proyectos de Rewilding, la fundación formada a partir de Tompkins Conservation en Chile y Argentina.

 

Hoy ella reconoce a The Wall Street Journal que su rutina ha cambiado mucho, desde aquellos frenéticos años en los que junto a su marido Douglas Tompkins, fundador de las marcas TheNorth Face y Esprit, decidieron dejarlo todo para instalarse en el sur de Chile y dedicarse de manera exclusiva a la conservación ambiental. Vivían volando en avionetas, cruzando Los Andes y recorriendo las cientos de miles de hectáreas que compraron para proteger de actividades industriales. Kristine siempre pensó que morirían en uno de esos viajes, pero Douglas se fue antes: en 2015 un accidente en kayak en el Lago General Carrera terminó con su vida, en el extremo sur chileno.

 

Kristine y su espíritu conservacionista

 

Su historia juntos y el duelo de Kristine fueron documentados por Elizabeth Chai Vasarhelyi y Jimmy Chin para National Geographic en el filme Wild Life, que se estrenó este año y quedesde hace algunas semanas se transmite a través de la plataforma Disney+. La conservacionista no estaba convencida de contar una historia tan íntima a través de las pantallas. De hecho, no fue sino hasta el estreno en Austin, Texas, cuando lo vio completo y confesó que al principio no le gustó. “La he visto como cinco o seis veces hasta ahora y cada vez me gusta más”, dijo.

La historia narra también cómo tras la muerte de Douglas Tompkins, continuó con su cruzada de entregar, a través de Tompkins Conservation, las tierras conservadas al Estado chileno para que se transformaran en parques nacionales, territorios protegidos de las actividades extractivas. Desde 2004, la fundación contribuyó a la formación de varios parques nacionales y en 2019, durante la segunda Administración del presidente Sebastián Piñera (2018-marzo 2022) concretó la creación de Parque Pumalín en la Región de Los Lagos y el Parque Patagonia en la Región de Aysén, que implicó la entrega de unas 400.000 hectáreas, la mayor donación de tierras privadas de la historia. Todos ellos son parte de Ruta de los Parques, una senda escénica que va desde Puerto Montt hasta Cabo de Hornos, el punto más extremo del continente americano, bajo la visión de convertir al turismo en un motor para las economías locales. La iniciativa busca además establecer un Corredor Nacional del Huemul (CNH), el ciervo chileno que forma parte del escudo nacional y que se encuentra en peligro de extinción.

 

Cabo Froward, nuevo parque nacional

 

Pero lo que a Kristine hoy más le quita el sueño es el proyecto Cabo Froward. Se trata de una iniciativa que pretende crear un nuevo parque nacional de unas 130.000 hectáreas en la Región de Magallanes, de las cuales 93.492 hectáreas serán donadas por Rewilding Chile y Tompkins Conservation y cerca de 34.000 hectáreas deben ser nuevamente categorizadas por el Estado chileno para que formen parte de este territorio protegido. Las tierras fueron compradas en 2021 por la fundación en conjunto con nueve filántropos chilenos e internacionales y, a diferencia de los otros proyectos en los que se han embarcado, Cabo Froward incluye una componente de conservación marina costera. “Es la primera vez que trabajamos en costa marina y eso es mucho más complicado”, explicó.

 

Pero Kristine está preocupada por La ley que crea el Servicio Nacional de Biodiversidad y Áreas Protegidas. Ella considera que la renovación y otorgamiento de concesiones salmoneras en áreas marinas protegidas no es conservacionista. Esto trae conflicto y eventualmente suelos marinos muertos”, argumenta. Aunque es una mujer de convicciones profundas, eso no quita que algunas de sus amistades en Chile sean grandes empresarios involucrados en actividades extractivas. Tras la muerte de Doug recibí tantos llamados y cartas de personas que me decían ‘peleé tantas veces con él, discutimos mucho, pero voy a extrañar esa voz en mi cabeza por el resto de mi vida, esa insistencia de que íbamos por el camino equivocado’. Y pensé: ¡Qué linda manera de hablar de una persona con la estuviste en desacuerdo todo el tiempo!”.Aunque puedo decir que nadie de quienes conocimos en los últimos 30 años nos ha dicho que estuviéramos equivocados”, afirmó a The New York Times.

 

 

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